domingo, 6 de abril de 2014

De Tamajón a Muriel por el GR-10 (13,50 KM.)

Esta semana vuelvo al pueblo de Tamajón, la semana pasada ví un poste señalizador de una ruta en la carretera que parte hasta Muriel y Cogolludo y he decidido hacerla este domingo con una previsión de tiempo inmejorable. Contacto con Jose y Dori para ver si se apuntan, dado que este lugar esta cerca de su 2ª residencia, y la idea les parece interesante. Quedamos entre 8:30 y 8:45 a la entrada de Tamajón pero, fieles a su costumbre, llegan algo más tarde a la cita; no importa  porque la ruta es corta y no tenemos ninguna prisa en terminar.


Partimos por la carretera que va a Muriel y Cogolludo, tendremos que caminar el primer tramo por ella pero no tiene mucho tráfico. A medida que nos alejamos de Tamajón volvemos la vista atrás y vemos la Iglesias de la Asunción y las ruinas del convento franciscano mandado construir por María de Mendoza, el inicio de su construcción data de 1592.


Vemos el poste señalizador de la ruta en la cuneta derecha, aquí debemos abandonar la carretera, pero antes, en la cuneta izquierda vemos un área recreativa con unas mesas de piedra, una fuente y un refugio al lado de una laguna. Por esta zona hemos venido en multitud de ocasiones pero siempre en busca de níscalos, nunca habíamos visto la laguna, quizás porque en otoño está seca y solo tiene agua en época de lluvias. Hace tiempo que no pasábamos por aquí y las mesas y el refugio parecen de reciente construcción; Dori y Jose inspeccionan el refugio.


Una vista de la laguna, no hace nada de viento y la superficie de la misma refleja la cumbre del Ocejón detrás de la Cabeza de Almiruete y la Peña del Reloj como si de un espejo se tratase.


Después de una breve parada cruzamos la carretera, este es el paisaje que tenemos hasta el despoblado de Sacedoncillo. Al fondo tenemos el Cerrón que tendremos que subir para llegar a Muriel por el GR-10 y, posteriormente, volveremos a hacerlo por la otra vertiente campo a través.


Llegamos a una pista que viene por nuestra izquierda, en su día utilizábamos esta pista para dejar los coches al lado del pinar que parte desde la carretera y llega casi hasta el pueblo fantasma, nunca llegamos hasta aquí y no vimos el despoblado, una lástima. Al incorporarnos a la pista vemos las primeras ruinas.


Llegamos al pueblo abandonado y dedicamos un buen rato para visitarlo y hacer unas cuantas fotos. Merece la pena. Las construcciones están en estado ruinoso, es una lástima que estén en este estado ya que representan la arquitectura típica de la zona.

Os dejo un enlace donde podréis obtener más información sobre el poblado:

Sacedoncillo

Todas las edificaciones están en ruinas y la que se conserva mejor, dentro de lo que cabe, es la iglesia que conserva un ventana con un arco de medio punto típico del románico. Os dejo una batería de fotos sin hacer comentarios para que disfrutéis del entorno.









En la parte baja del pueblo está el arroyo de Sacedoncillo, corriente de tipo temporal que vierte sus aguas en el río Sorbe. Hay un puente de madera para cruzar al otro lado pero unos metros más abajo, siguiendo el cauce del arroyo, vemos los restos de un antiguo puente que comunicaría el pueblo con Muriel. Cruzamos el puente de madera y seguimos por el GR-10, vemos los colores del mismo en los pinos a lo largo del camino.


A nuestra izquierda vemos el cauce del arroyo de Sacedoncillo, las vistas son de una gran belleza.



En esta zona, los líquenes son los reyes, se desarrollan sobre los troncos de las jaras y pinos y dominan el paisaje.


Después de un tramo de caminar entre pinos, lo hacemos por una zona de robledal, al estar todavía sin hojas permiten el paso de los rayos del sol.


Volvemos otra vez al pinar y comenzamos a ganar altura.


Salimos del pinar y la trocha gana altura rápidamente, a nuestra izquierda, ya no hay arboles y nos permite ver la pendiente que hay hasta la carretera. En muchas ocasiones hemos pasado por la misma y hemos visto estas laderas pero desde aquí, viendo el tamaño de los coches, lo apreciamos mucho más.


Los chopos nos permiten ver el cauce del Sorbe, lleva un gran caudal por el deshielo. Vemos la entrada a una zona recreativa donde hay también una ermita.


El Ocejón parece asomarse para ver nuestro paso.


Cuando llegamos a la otra ladera del Cerrón vemos Muriel en la parte baja de la misma, solo nos queda bajar por el GR-10, la bajada no es muy pronunciada.


A la entrada del pueblo encontramos esta casa construida con piedra oscura y pizarras.


La calle por la que circulamos discurre junto a la iglesia del pueblo.


Esta calle atraviesa el pueblo, a la salida del mismo sale una pista que va al pantano de Beleña pero nosotros la abandonamos y subimos, campo a través, por un reguero que hay nada más abandonar el pueblo a nuestra derecha; al llegar a estas ruinas, comenzamos a ganar altura zigzagueando por la ladera, siempre campo a través.


Una breve parada para tomar aire y Dori nos enseña, con su bastón, una vista impresionante del pueblo.


A la derecha del pueblo y utilizando el zoom podemos ver una bonita pradera junto al río.


Seguimos ganando altura por un camino que parece hecho por motos de motocross, cuando llegamos a la cuerda tenemos esta vista por el nordeste.


Aquí tenemos a Jose y Dori en plena "escalada" , cuando lleguemos a la cumbre de esta altura encontraremos el cortafuegos que nos permitirá ganar altura en el Cerrón aunque no llegaremos a su punto más alto.


Por este lado de la vertiente vemos la cola del pantano de Beleña.


Hacia el norte la Sierra de Ayllón, vemos el Pico del Lobo más a la izquierda, el Parrejón y la Buitrera, hace una semana estaban completamente blancas y hoy ya se ven trozos sin nieve.


El Ocejón también parece haber perdido toda su nieve, solo se distingue algún nevero cerca de la cumbre.


Llegamos al comienzo del cortafuegos, este es el tramo de mayor dificultad y nos obliga a parar un par de veces para tomar aire, el cortafuegos sigue por una pista, al lado de la misma paramos a tomar el bocadillo y descansar un poco, el ritmo de travesía es lento pero vamos disfrutando del paisaje y no importa el tiempo empleado.


Proseguimos la ruta y los pinos nos ofrecen esta última vista del pantano de Beleña.


Después de una pequeña bajada y antes de emprender la subida al punto más alto del Cerrón, abandonamos la pista a nuestra derecha, en la ruta lo he marcado con el wp "Collado", bajaremos campo a través por el cauce de un reguero que va ganando caudal progresivamente según bajamos pero al llegar abajo ya no lleva agua, se debe de filtrar en el terreno. En los primeros tramos de bajada tenemos esta vista del despoblado de Sacedoncillo, Tamajón queda detrás de la loma de la Horca pero, a su derecha, vemos la ermita de los Enebrales que se encuentra al norte del pueblo.


Utilizando el zoom tenemos más detalle del despoblado.


Bajamos sin problema hasta el GR-10 y lo seguimos en sentido contrario al de la ida, cruzamos el puente y decidimos hacer la foto de familia con la iglesia en ruinas de fondo. 


Una última vista del despoblado, tengo constancia de la existencia de una fuente en este paraje pero no la hemos visto, posiblemente esté por el norte, por esta zona no hemos pasado.


Volvemos sobre nuestros pasos, Jose no puede resistir la tentación de volver a caminar sin zapatillas, ya lo hizo a la ida, es su gran pasión allí donde puede hacerlo, llegado a Tamajón vamos a tomar café a un bar y un lugareño que está sentado en la puerta le dice que: "Vas a romper los zapatos".


Ya tenemos Tamajón a la vista, lo primero que se distingue es silueta de la iglesia de la Asunción.


Llegando a la carretera vemos el Ocejón que comienza a cubrirse de nubes.


Cruzamos otra vez al área recreativa a beber agua y aprovechamos para hacer otro pequeño descanso, la situación en el Ocejon parece complicarse pero aquí todavía hace bastante sol, las ranas nos dan un concierto inigualable y vemos saltar alguna sobre las hierbas acuática de la laguna.


Jose me ha pasado este vídeo por WhatsApp, la imagen no es muy clara pero el concierto de las ranas se puede oir con nitidez, el vídeo de Dori es más nítido pero no se aprecia tanto el sonido. Mejor verlo en este tamaño que a pantalla completa.


Reemprendemos la ruta para hacer el último tramo, estamos llegando al pueblo, a nuestra izquierda la valla de la antigua fábrica de vidrio, construida en el siglo XVIII y que funcionó hasta finales del XIX. A nuestra derecha, un poco más alejadas, las ruinas del convento franciscano.


Bonita ruta con un recorrido corto, de unos 13,5 kms., con un tramo un poco más complicado en la subida del cortafuegos del Cerrón pero que, ajustando el ritmo y parando si es necesario, se sube sin dificultad. El tramo desde Tamajón hasta Sacedoncillo está desprovisto de sombras.

Tiempo empleado mayor del habitual pero había que disfrutar del paisaje, normalmente para esta distancia el tiempo empleado debería ser menor de 3,5 horas.

Para descargar la ruta en formato GPX:

De Tamajón a Muriel por el GR-10 en Wikiloc