sábado, 2 de abril de 2016

Embalse de Picadas (13,94 KM.)

En esta ocasión nos dirigimos a realizar una clásica, de esas que uno siempre tiene preparadas para realizar en cualquier momento, aunque puede combinarse con otros recorridos he optado por la ruta básica, subida y bajada por el mismo camino, puede optarse también por subir al Cerro del Cubo o, pasada la primera lengua de agua a nuestra derecha, según bajamos, tomar una senda que sube el cerro, pasar por una edificación (perros sueltos, ladran mucho pero no muerden) y salir a la Cañada de Talavera para volver al punto de inicio. Es una bonita ruta porque no entraña ninguna dificultad técnica ni por desnivel ni por distancia.
Decidimos comenzar junto a la M-501, la última vez que la hice entré pasado Aldea del Fresno por la entrada a la presa de Picadas pero al llegar a donde comienza la bajada a la presa la barrera estaba cerrada y no había sitio para dejar el coche, una pequeña explanada junto a la barrera estaba rodeada de placas de prohibido aparcar, esto alargó un poco la ruta pero lo peor es la subida final hasta el coche. Ponemos rumbo a Pelayos de la Presa y al llegar a la rotonda de acceso damos la vuelta y ponemos rumbo a Madrid otra vez, al pasar entre los dos cerros, y antes de volver a cruzar el río, tenemos una salida a la derecha (ojo que la podemos pasar).


Llegamos sobre las 9:00 y hace  frío, tras dejar el coche en el área recreativa nos disponemos a iniciar la marcha, a la izquierda las instalaciones de la federación española de piragüismo; esta presa, por sus características, es idónea para el entrenamiento. Nosotros tendremos que pasar la barrera verde y circularemos por el lado derecho del embalse.


Andamos unos metros y a nuestras espaldas dejamos el puente de la M-501, por el que hemos llegado, y, al fondo, la presa del embalse de San Juan.


Una pareja de ánades reales se dispone a levantar el vuelo.


Esta es una vista que se repite a lo largo del camino, la presa es estrecha y más bien parece un río grande, la pista es la antigua  base de la vía que se construyó para unir el ferrocarril de Almorox con el Valle del Tietar, nunca llego a funcionar.


Llegamos donde nos comienzan a dar los primeros rayos de sol.


Y esto es una vista hacia atrás.


Seguimos el camino, a veces la pista se separa un poco del embalse aunque lo normal es que vaya junto a él, de hecho en muchos sitios hay contrafuertes que se sumergen en el embalse.


El frío hace que se se levanten brumas en el embalse, en esta zona es bastante habitual.


Pienso que las corrientes de aire que bajan por esta lengua del embalse son las causantes de las brumas, siempre se forman en esta zona.


Otra lengua a nuestra derecha, podemos ver el estado de la barandilla, bastante deteriorado.


Aquí ha perdido el tramo superior.


Una araña ha tejido su tela formando anillos concéntricos sobre la barandilla.


Aquí la barandilla ha desaparecido.


Este ánade, al notar nuestra presencia se dirige hacia la otra orilla.


Una bonita vista del embalse, como dije antes la estrechez del mismo da la visión de un río grande.

Vamos a pasar sobre otro puente, este atraviesa el pantano y a partir de ahora circularemos por la otra orilla, sobre el cerro vemos algunas edificaciones correspondientes a una colonia.


Ahora vamos casi siempre por la sombra porque las escarpadas laderas impiden que el sol llegue todavía al camino, hasta mediodía no dará de lleno.


Los contrafuertes a los que hice referencia antes.


Por la trinchera, zona de desprendimientos.


Una bonita vista de la otra orilla.


Y otra.


Una vista hacia atrás.


Y hacia delante.


Ruta apta para bicicletas.


Y cruzamos otro puente para salvar una lengua del embalse.



Otra trinchera.


Llegamos al túnel, en alguna ocasión lo he cruzado y no está muy limpio por lo que pasaremos por la derecha, junto al embalse.



Una jara pringosa junto al camino.


Y otro puente.



Y una jara morada.


Más contrafuertes.




Otro excursionista, con un kayak da un tranquilo paseo por el embalse.




El kayak va tomando distancia.


Un solitario buitre negro nos sobrevuela.


Cerca de la presa hay una lengua de agua en la otra orilla bastante mayor que las que hemos pasado, a esta no se tiene acceso.


Esto es nuevo para mí, debe ser una estación para controlar la calidad de las aguas.


Pasamos junto a la estación de bombeo y llegamos a la presa, desde la misma tenemos esta vista, de ella salen dos canales el que vemos subir el cerro que suministra a la comunidad de Madrid y otro hacia la derecha que atraviesa la montaña por un túnel del antiguo trazado del ferrocarril y que es el canal toledano, da servicio a Toledo y alguno de sus pueblos.  Vemos que se se ha vuelto a autorizar la entrada con automóvil por este lado de la ruta, ¡buena noticia!.


En la base de la presa hay lo que parecen las ruinas de un antiguo molino, aunque no podría asegurarlo.


Llegamos al final de la presa y paramos a tomar el bocadillo, mientras lo hacemos llega un coche y el conductor comienza a operar con un drón, imagino que esta tomando imágenes de la presa y sus alrededores, es impresionante la distancia a la que puede llegar y muy interesante verle operar.


Un poco más abajo de la presa hay una central hidroeléctrica y sobre el cerro vemos una edificación, por allí tendríamos que haber dejado el coche en caso de haber venido por esta carretera y la barrera hubiera estado cerrada.


Después de haber repuesto fuerzas tomamos el camino de vuelta, sobre la roca que está antes de llegar a la estación de bombeo, en otras ocasiones he visto algún buitre negro posado.


Ya de vuelta vamos tomando alguna foto, estos paisajes a la ida nos pillaban de espaldas.



Llegamos a una de las zonas de boyas, mientras estábamos en la presa han llegado algunos piragüistas y comienzan a tomar el camino de vuelta.


Llegamos a uno de los puentes, al final vemos un grupo de jubilados que suben hacia Pelayos pero creo que no han llegado hasta la presa, de ser así los hubiéramos visto.


Ya va apretando el sol y vamos despojándonos de la ropa de abrigo.


Unos rezagados siguen el curso ascendente.



Yo no me apoyaría mucho, el estado de las barandillas deja mucho que desear.





Nos disponemos a cruzar al otro lado del embalse. Por debajo de los ojos del puente tienen que pasar los piragüistas, yo los he visto agacharse para poder pasar.



El oso.


Y la osa.

Ya estamos rematando.


Ya no queda nada, vemos el puente de la M-501.


Yo también quiero.


Ruta muy socorrida, viendo esto da que pensar sobre los paisajes que hubieran disfrutado los viajeros del trén pero la verdad es que hubieran sido totalmente distintos de los actuales, el tren se inauguró en el año 1934 (aunque no llego a funcionar) y la presa se construyo en 1952. Los viajeros del trén hubieran ido por el trazado actual pero al no existir la presa el río circularía por el fondo del barranco, el agua no llegaría prácticamente hasta el nivel de la vía.

Para descargar la ruta en formato GPX puedes acceder a Wikiloc Presa de Picadas

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